Los tiempos en que la entrega del salario a los empleados se
hacía en un sobre amarillo quedaron atrás. El Código Laboral Dominicano (Ley
16-92) aún consigna el pago en efectivo, pero la práctica ha dictado otras
formas. Los avances de la tecnología han dotado al sistema financiero de la
agilidad y velocidad que requieren los tiempos, y las instituciones públicas y
empresas privadas no quedan ajenas a eso. Los días 15 y 30 de cada mes no se
producen ya las aglomeraciones de personas en áreas donde un contador o
contable pasaba largas horas llamando empleados, uno por uno, pagar el sueldo.
En la actualidad los empleados cobran por tarjeta (sistema
electrónico), tanto en el sector público como en el privado, y en el caso del
Estado también se habla de “libramientos”, para aquellos empleados que están
por contrato o por servicios prestados.
Cuando los nuevos sistemas de pago comenzaron a llegar, en
las empresas hubo viso de amotinamiento, de trabajadores que de una manera
airada, muchas veces reclamaban que sus pagos debían ser en efectivo.
Mucha gente también veía la parte en contrario de ese tema, y
era que de ese modo se evitaban las aglomeraciones que se producían en los
espacios donde se pagaba y se evitaba que pudiera haber atracos cuando se sabía
que la gente salía con dinero de su empresa o institución.
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